martes, 4 de diciembre de 2012

Topolobampo

Quisimos ir a Topolobampo. Los días y las noches son muy peligrosas en este pueblo, pero sobre todo las noches, que resultan a veces fatales. Era de noche y nada cambiaría los acontecimientos. Topolobampo se fugaba despistadamente con el humo de la habitación 209. La noche de aquel día, tras la puerta, se incendiaba el lenguaje que habla el universo.

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