Siempre que como galletas con chispas de colores pienso que deberíamos de preocuparnos menos y ocuparnos de disfrutar lo que nos hace felices, pasarla bien, compartir, dar besos, cantar, reír, no peinarnos, soñar... además, todo eso es gratis y se puede hacer en cualquier parte ¡qué mejor!
Pero cuando me las acabo, las devoro como un monstruo grande y verde y todo vuelve a verse gris... ir a la oficina, el banco, la secadora de pelo, las máquinas esas de aire caliente en los baños de los restaurantes, mandar correos, el tráfico, los políticos, la fila en el supermercado, la mujeres con brillos por todas partes, las uñas postizas, el niño con mocos, la violencia, las guerras, que ésto que l'otro... en fin.
Poema: A mis queridas Galletas con Chispas
Son tan lindas y feas a la vez,
las chispas ayudan pero
su harina fea es.
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