martes, 30 de junio de 2009
viernes, 26 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
mundo lavadora
Uno de cada par de calcetines (después de un tiempo) se muda a otro mundo.
El que aquí se queda, pronto se olvida.
Un mundo desigual. También éste.
viernes, 19 de junio de 2009
miércoles, 17 de junio de 2009
las 14:23, se acerca la hora de comer
Les comparto esto, viene de un blog que me gusta (cada día más...)
Una (otra) eternidad efímera
...sin acostumbrarme a la sensación que provoca saber que por mucho que te mire mientras duermes, en cuanto bajes de la cama nada habrá sido.
"Ahora que todos los cuentos"
Fue una semana de mierda. Por la calle caían fulminados poetas y cantantes, haciendo más-imposible creer. Luego llegó el domingo, para llevar la contraria.
Cuando todavía quedaba todo por delante
...y aquí, desde el invierno austral, mientras esperas al semáforo en verde absurdamente viene a tu memoria el mayo, el junio que nunca tuvimos... puta magdalena de Proust..
De: Life vest under your seat.
viernes, 5 de junio de 2009
Después de la oficina viene la calma
Así empezó todo…
Abro la puerta para registrar mi dedo en la maquina que mide el tiempo que trabajas. Y me encuentro a mi amigo V.
- Uff, estoy harta.
- Ya sé.
- Necesito una cerveza, ¿vamos por una?, ¿tienes cosas que hacer?
- Sí, si tengo cosas que hacer, pero vamos por una.
- Bien.
Bebiendo tarros de cerveza alemana en un pub de la colonia americana y acompañando nuestros tragos inestables con unas sucu-lentas salchichas alemanas con tiras fritas de repollo, nos dimos cuenta de lo cansados que estamos ya de trabajar y trabajar, y seguir aquí, en esta ciudad contaminada, llena de basura, de gente histérica y nerviosa, repleta de agresiones sin sentido, de políticos inconcientes, de alguna gente insensible, de camioneros patanes, de gente que camina sin rumbo, de niños que lloran en la calle, de gente con hambre, ignorancia, arrogancia y muchas “ansias”.
- Pues así es la vida.
- Sí, sin duda, muy complicada.
-¿Qué es la vida…?
- ¿Porqué la hacemos así de difícil?
- Te diré lo que me dijo el maestro Adalbertti: “El único problema de la vida es que es muy sencilla. Y nosotros hacemos todo para volverla complicada, pasar obstáculos, vencer luchas y así encontrarle algún sentido. En una palabra, complicarla”.
- La verdad es que a nosotros los humanos se nos complica la sencillez.
- Si es verdad, pero es que…
- ¿Ya ves? (risas varias)
Disfrutando ya de nuestra tercera o cuarta cerveza, nos olvidamos de ese tema. (Reí tanto porque V ponía su cigarro en forma vertical todo el tiempo).
Ahí descubrimos que lo que nos gusta son: las mentes. V me dijo felizmente que la mejor combinación son las palomitas con cerveza. Me contó (algo que ya sabía) y él sabía que yo sabía, pero quería decirlo en ese momento, y porqué no… Sí, en los cines de Uruguay venden cerveza.
Después hablamos de alguno que otro tema “intelectual”, algunas burradas y cosas de amores; de historia, de arte, de belleza, de Tijuana... y respecto a esta singular ciudad concluimos que tenía una belleza única, exótica y sensual; en este punto conectamos ya con la belleza de mi hermana, la cual le sugirió a V pensamientos alocados y fantasiosos, le mostré entonces mi patética postura sobreprotectora de hermanas menores. Eso me pasa también con Laura.
- Laura, amigo V, mi amiga Laura es increíble. Es “DivertiLauri”. Es como mi hermana.
- (Risas, risas fuertes), (la gente nos mira). Y, ¿ella qué hace… a qué se dedica?
- Bueno, ella es psicóloga; trabaja con niños. En algo así como de incentivar la creatividad de los niños. Está bien chida su chamba. Los hace que imaginen y se desenvuelvan mejor.
Le conté tanto de Laura, que quiso conocerla en ese instante. Además le dije que tiene unos ojos cautivadores. Le confesé que estoy enamorada de ella. Sí, a veces te enamoras de tus amigos, sientes un amor fraternal desbordado. Eso me pasa con Lauris.
Amigo V me miró y encendió un cigarrillo. Después sonrió suavemente y me dijo: “Sí, tienes razón”. Al ver esa sonrisa recordé el pacto: “la fiesta de albercas”… no lo resistí y le conté a V el plan que tenemos Laura y yo de hacer una fiesta temática y con albercas. El tema aún no lo tenemos pero la forma, la forma esa sí. (Reímos tan alto nuevamente, que se activó un foco rojo encima de nuestra mesa). A mi amigo V le pareció una idea formidable, hasta improvisó un jingle para la fiesta.
Tantos puntos que tratar, la noche nos parecía corta. Seguimos bebiendo. Salimos de ahí después de hacer una bromita pesada en la hojita de la encuesta que nos pasó la mesera al final. V me pidió llevarse la bici hasta mi casa. Traíamos nuestras compus cual oficinistas y ñoños que somos. Cruzamos calles y aportamos al aire cada uno, piropos para la oscuridad y tranquilidad que se sentía en la ciudad a esas horas de la noche.
- ¿Cuál es tu canción favorita?
- Mmm… chale, que pregunta tan difícil, ja! (Esa noche me parecía todo complicado, pero me gustaba pensar en resolverlo). Bueno, no sé tengo varias, pero la del momento se llama “To Buid a Home” de Cinematic Orchestra. Mañana te mando el link pa que la escuches. Estoy segura de que te gustará, ¿y la tuya…?
- Bueno, no sé si tengo, pero me gusta mucho una que no sé como se llama, sale en una película, no sé quien la toca ni en que idioma está, pero me gusta. (Reí nuevamente y mucho).
Pasaron las horas, se unió a nosotros mi amiga Lola, después de unos mezcales, caímos en un bar celestial. V quedó hipnotizado con la belleza de la mesera española. Bebimos martinis de frutas. Reímos francamente de la vida. Comimos cacahuates adobados y recordamos los lonches de arrachera que olvidamos en El Rey. Confesamos secretos; unos muy locos, otros que no lo eran tanto (ni locos ni secretos). Volvimos a reír, Lola platicaba con un amigo que conoció en la secundaria. Salimos de ahí repitiendo la misma frase –ahora ya todos y con un breve suspiro en nuestras almas-, dijimos a destiempo: “así es la vida”.
- ¿Cómo te sientes V?
(Interrumpí la pregunta, contestando: yo muy bien, bien a gusto).
- La verdad es que ya pase la línea del bien. Amigo V habló con aliento a chochitos.
- ¡Ah! ¿Cómo?, ¿más que bien o de tan bien ya pasa a estar mal?. Porque sólo hay bien o mal, el más o menos no se acepta en estos casos. Dijo Lola.
(Después de esta sentencia, subimos al auto y escuchamos una canción de reguetón, era Calle 13; la más popular). Queríamos tacos. Fuimos a Santa Tere -con el Gera-, ya no había. No nos desmotivamos, teníamos hambre y eso era más fuerte que todo. Pensamos en los dogos Meño’s. Lola conducía cantando ferozmente una melodía de Lily Allen; la más famosa también. Yo la acompañaba en las partes que me sé.
Ya con Meño. Estos lonches son buenos (los de al lado), dijo Lola. Entramos al local, nos atendió una niña de unos once años, gordita y muy simpática. V le preguntó cuál era su bebida favorita, y pidió una igual. Entre platicas que ya no recuerdo muy bien (tendré que brincarme este episodio de la historia… ¡que más da!, así es la historia ¿no?, la de México, la de aquí, la de allá, la del mundo.
Ya era demasiadas risas y licores en mi. En nosotros.
- ¿Sabían que si te tomas medio litro de leche no te da cruda? Nos preguntó Lola.
- No, ¿en serio? Dijo V sorprendido.
- Se los aseguro.
- ¿Leche? ¡No! otro de tus secretos… dije yo. (risas muchas)
Después de pagar la cuenta, Lola caminó al Sevenileven a comprar la leche. Nosotros nos reíamos -ya sin saber de qué-, esperábamos en la banqueta y fumábamos un cigarrillo. Bebiendo el galón de leche fuimos a casa de V, lo dejamos ahí. Tenía entrevista a las ocho. Eran ya las cuatro y V tenía una gran fiesta en su cabeza. Sonreí grande y le dije: “La vida eres tú… uno es la vida, la vida es uno...”
(Reímos mucho)
Ya sin V, hicimos la última parada; para sumar a nuestra panza unos chocoroles, pues los tragos de leche que faltaban necesitaban maridaje. Teníamos que beberla toda. No queríamos morir al día siguiente.
Reímos por última vez a las 4:21 de la mañana, justo afuera de mi departamento.
- Tenemos que ir por esos lonches, los dejamos pagados. Me recordó Lola.
- Sí, la salsa está rebuena.
- ¿Crees que nos los hayan guardado?
- No, yo creo que nos van a hacer otros.
Esta es mi apreciación.
La conclusión de cómo me sentí aquel día y hoy también...
Todo lo difícil, lo aburrido o lo complicado de la vida se te olvida cuando te echas unos vinos y comes rico.
Panza llena, corazón contento.
O ¿no?
martes, 2 de junio de 2009
(sesión de mate y candombe)
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